El desarrollo de la industria de los videojuegos no tiene límites. Lo que empezó como una forma de distracción se ha convertido en un negocio millonario capaz de mover las masas. Tal es su influencia que se ha desarrollado toda una comunidad, comunidad que demanda mejores y nuevos productos año tras año.
Entre los productos destacables de la comunidad gamer, sin duda está la silla gamer. Surgió como una forma de sentirse cómodo mientras se pasa hasta más de 12 horas frente al computador jugando videojuegos. Pero ¿son realmente útiles? ¿vale la pena comprarse una?
Sillas gamers: El placer de sentarse
Cuando se habla de sillas gamers es imposible decir que son grandes, parecen cómodas y son usadas por horas. Pero, ¿son tan buenas como las pintan? Pues su popularidad no es solo marketing.
Las sillas de juego están diseñadas específicamente para darles una mejor forma de sentarse a los cientos de jugadores del mundo. Jugadores que pasan horas y horas sin moverse del asiento. Es por esto, que cuando se compra una buena silla gamer, se podrá ver que esta tiene primeramente un buen asiento.
El asiento vencido es un detalle típico de las sillas normales, esto hace que al sentarse la persona sienta que se hunde en el mismo. Detalle que no pasa con las sillas gamers, él asiento es duro, resistente y se pueden encontrar varios diseños desarrollados según la estatura y el peso de la persona.
De igual manera, este asiento es grande, no falta espacio, más bien sobra, lo que genera una mayor sensación de comodidad a la persona que está sentada. A esto hay que añadirle, que poseen un respaldo recto y firme.
Como consecuencia positiva de esto, permite que la persona tenga una postura correcta en todo momento. Los estudios han revelado que la postura idónea para trabajar al estar sentado es un ángulo de 90 grados y esto lo logra una silla gamer. Pero aquí no se acaba todo, las sillas gamers vienen equipadas con dos almohadas viscoelásticas, que mejoran la experiencia del sentado.
Las mismas se colocan en zonas claves, el área del cuello y la zona lumbar. Estas permiten que la persona se sienta más cómoda al estar sentado, pues no se forza el cuello y se tiene un soporte en la espalda (aunque también se puede retirar si no se desea usarlas).
Aunado a esto, las sillas gamer se pueden reclinar casi por completo. Ideal para las ocasiones que se quiera aliviar un poco el estrés de estar sentado. Así mismo, hay una variedad de modelos con reposabrazos ajustables, por lo que se pueden adaptar a las necesidades de cada persona.
De igual manera, una buena silla gamer está hecha con materiales de excelente calidad. Se pueden encontrar diseños de cuero o con cubiertas transpirables, según lo que se prefiera y adaptable a todos los gustos.
En general las sillas gamers pueden cambiar la experiencia de cualquier persona frente a la PC. Son cómodas, permiten disfrutar de una buena postura y se ajustan a las características de cada quien. Entonces, ¿vale la pena comprarlas? Responde por ti mismo.